Ministro de Finanzas, Patricio Rivera, en el seminario “Enseñanza de la Economía Heterodoxa en las Universidades”

Las implicaciones políticas de un nuevo paradigma heterodoxo en la economía fue el tema que desarrolló Patricio Rivera, ministro de Finanzas de Ecuador, en el marco del seminario “Enseñanza de la Economía Heterodoxa en las Universidades”, que se efectuó el martes 2 de mayo, en el auditorio del Instituto de Fomento al Talento Humano, en Quito.

Durante la jornada, participaron Andrés Arauz, ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano; Steve Keen, docente investigador de la University of Kingstone/University of Sydney; y Fander Falconí, consejero Académico del Consejo de Educación Superior (CES), entre otras personalidades.

Al referirse a la formación superior en temas económicos, el ministro Rivera recordó que en sus estudios universitarios, el actual Mandatario, Rafael Correa, influyó en él con otra perspectiva para interpretar la realidad desde la economía, más allá del marco teórico que ofrecen la mayoría de universidades en el país.

Cuestionó que el sesgo ideológico en la cátedra no es casual, pues en definitiva se busca enseñar una visión que privilegia al capital sobre el trabajo; apenas se hablan pocas cosas sobre pensamiento poskeynesiano, el cual ha servido como sustento para la política económica actual del Ecuador.

El economista Rivera afirmó que, contrario al pensamiento neoliberal, el Estado juega un rol muy importante frente al mercado. Por ejemplo, cuando hay dinero, el Estado –a través del Ministerio de Finanzas- inyecta liquidez a la banca y al aumentar la oferta de liquidez, esta tiene que bajar precios.

Lamentó que aún existan visiones que consideran al desarrollo como un problema técnico y no político; sin embargo, el Gobierno Nacional ha apostado por la política pública basada en privilegiar conceptos como la justicia social y la equidad, frente a la eficiencia económica que defienden los esquemas neoclásicos.

El titular de Finanzas defendió que deben cuestionarse aquellos paradigmas tradicionales, pues el conflicto desempeña un papel integrador clave en la democracia moderna. “Negar el conflicto y el antagonismo es aceptar el dominio, es ratificar el deseo de vivir en una sociedad injusta”, advirtió.

Finalmente, enfatizó que los estudiantes tienen el derecho y las universidades la obligación de al menos presentar las opciones, los modelos económicos alternativos, para que puedan analizar distintas corrientes de pensamiento y así avanzar en términos de teoría económica y política pública.